miércoles, 8 de julio de 2009

Nanea

Érase una vez una niña llamada Nanea. Ya se, es un nombre muy raro, y es que era una niña adoptaba. Ya llevaba un mes y solo tenía una amiga, se llamaba Ana. Ana era una niña muy buena y estudiosa. Bueno, a lo que vamos Nanea se llevaba muy bien con Ana. En clase todos los niños de la clase se jugaban todos juntitos menos Nanea y Ana. Todos los niños eran muy malos con Nanea, puesto que no hablaba muy bien el español, cuando decía algo con un acento raro todos los niños de reían y la imitaban. Luego Ana la defendía diciendo:
-Porque sois tan malos con ella porque Nanea no sea española no significa que la tratéis como un bicho raro.
-Simplemente porque no tiene ningún talento, todos lo tenemos y solo hay dos personas de esta clase que no lo tienen- dijo una vez un niño que era rico-, tu y ella.
En ese momento todos se rieron.
Como Ana sabía, cuando Nanea no está con ella está en el servicio.
Y, allí estaría. Dentro de un servicio se oía un precioso sonido emitido por un violín. Ana entro en el servicio de donde venía el sonido y, quien lo tocaba era:
¡¡¡NANEA!!!!
Nanea era una prodigiosa violinista.
Ana se lo dijo corriendo a todos los niños de la clase, pero no se lo creyeron. Ana le pidió a Nanea que tocara el violín delante de toda su clase. Primero se negó, pero entonces Ana le dijo que así siempre se burlarían de ella, y al final cedió y dijo que sí.
Todos los niños de su clase se asombraron y la aclamaron, al día siguiente toda la clase jugaba junta y, de vez en cuando, Nanea tocaba el violín.
Al cabo de unos cuantos años Nanea fue la mejor violinista del mundo.

Nota: no debemos excluir a nadie de nuestro grupo por ser de otro color, raza, religión o por tener otra opinión.

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