miércoles, 8 de julio de 2009

Pipi: 1ºparte

1º parte
Pipi

É
rase una vez un pájaro llamado Pipi. Pipi acababa de nacer y aún no sabía volar. Pipi vivía en un árbol que estaba en un parque. Desde ese árbol Pipi veía a muchos niños jugando al fútbol, saltando a la comba, jugando al escondite etc.
Pipi era un pájaro carpintero. A él le encantaba comer lo que le traía su madre.
Pero lo que le gustaría a Pipi era volar de árbol en árbol y hacer agujeros en ellos, pero como aún no sabía volar no podía moverse de su árbol. Solo porque era pequeño no significa que no pudiera aprender a volar. Entonces cogió fuerza y se lanzó a volar, pero se cayó y se quedó inconciente. Al rato, cuando despertó vio que había otro pájaro carpintero mirándolo con cara de duda. Él y el otro pájaro estuvieron un buen rato hablando y Pipi le contó que a él le gustaría aprender a volar y se él le podría enseñar. El otro pájaro llamado Ludo le contestó que él también era muy pequeño y no sabía volar, pero estaba abajo porque un niño lo había sacado de su nido y luego lo había dejado solo. Como no sabían volar y por lo tanto tampoco podían subir a su nido, decidieron andar hasta encontrar a algún pájaro que les llevara a su nido.
Empezaron a andar y a andar hasta que Pipi se cayó por culpa de una raíz, pero Ludo no se dio cuenta y continuó andando. Cuando Pipi recuperó el sentido, se dio cuenta de que Ludo no estaba a su lado y empezó a gritar su nombre:
-¡¡¡¡¡LUDO, LUDO, LUDO!!!!!
Pero Ludo no se dio cuenta porque tuvo que cruzar un río y se le habían taponado los oídos.
Entonces Pipi empezó a andar para buscar a Ludo y, estaba tan concentrado buscando a Ludo que vio a un pájaro volando y no le dijo nada. Pipi acaba de perder dos oportunidades: la de volver a su nido y la de buscar a Ludo desde lo alto.
Al poco rato, cuando Ludo volvió a escuchar tubo que pasar por un charco de barro. Y estaba tan sucio que ni si quiera se le reconocía.
Pipi ya tenía mucha hambre y se comió una mora que había en el camino, pero Pipi por poco se atraganta y de repente le cambió la voz y se le puso más grave que casi no parecía él.
Ludo estaba tan cansado que se sentó en una rama y se durmió, pero, como no había ningún río ni ningún arroyo ni nada por el estilo cerca de allí, seguía cubierto de barro.
Pipi, por muy cansado que estuviera, seguía andando.
Y Ludo y Pipi se encontraron.
Lo que pasa es que Pipi no reconoció a Ludo porque estaba manchado y aunque Pipi gritara:
¡¡¡¡¡¡LUDO, LUDO, LUDO, LUDO!!!!!!!
Como tenía la voz tan cambiada y Ludo estaba durmiendo y no se dio cuenta.
A si que ese encuentro no sirvió para nada.




Continuará

No hay comentarios:

Publicar un comentario