sábado, 5 de diciembre de 2009

En efecto señora Pauten: 1ª parte

La señora Pauten era una señora ya un poco mayor a la que le encantaba leer libros de misterios. La señora Pauten tenía unos 50 años, pero tenía una mente de 20. Pauten vivía en un edificio muy pequeño y antiguo. Tenía algunos vecinos aunque ya se habían mudado. En ese edificio solo vivían ella y su gato. El señor Miasen (su gato) era de pura raza y, al contrario de todos los gatos Miasen era un gato-perro. Era así porque perseguía a sus amigos (que eran gatos), comía comida de perro y tenía un olfato espectacular. Pauten tenía todo su dinero en su sótano. Bueno en realidad no era suyo era de todo su edificio pero como solo vivía ella y su gato que no se podía quejar lo utilizó como caja fuerte. El señor Bat era un señor que quería comprar el edificio en el que vivía Pauten y Pauten siempre se lo impedía.
-Le doy 50.000 euros por esta pocilga –dijo el señor Bat enseñando un gran fajo de billetes.
-Solo eso, esto representa toda mi vida y solo me das dinero con lo que puedo comprar ¿qué? Ya tengo todo lo que necesito-dijo la señora Pauten cerrando la puerta en las narices del señor Bat.
-¡Vender esto!-dijo la señora Pauten entre risas- Ni por todo el dinero del mundo.
Estaba anocheciendo y la señora Pauten y Miasen se tumbaron en sus respectivas camas.
Cuando la señora Pauten se despertó vio que era una mañana soleada y sin una nube y con una temperatura moderada.
-Miasen tengo que comprar el pan a si que darme la llave de la caja fuerte-dijo Pauten cuando Miasen cogió su manta y debajo de ella se vio una llave, Pauten cogió la llave se fue al sótano abrió la caja fuerte y cuando la abrió dijo:
-¡Como es posible que todo el dinero se haya esfumado!-dijo Pauten corriendo a por el teléfono para llamar a la policía.
-Me robaron todo el dinero de la caja fuerte de mi casa-dijo muy nerviosa la señora Pauten a la policía.
-Tranquilícese por favor enseguida vamos para allá.
En unos minutos la policía estuvo investigando el robo, la señora Pauten intentó ayudar averiguando:
-Esto lo tubo que hacer un hombre, por dos cosas: primero que se intentó hacer a fuerza bruta y se quedó aquí la señal de la fuerza y segundo que aquí queda una moneda y los hombres aquí no se dan cuenta de los detalles como que en el borde de la bolsa que se llevó había una moneda y que al cogerla se caería.





Continuará

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